Austin, Texas.- Más de 60 millones de dólares deberán pagar las compañías Inland Enviroment and Remediation, Inland Recycling y Boundary Ventures por haber vertido ilegalmente contaminantes en vías fluviales y terrenos de Texas.
El Fiscal General Ken Paxton informó que en 2019 un afluente del río Colorado llamado Skull Creek se tiñó de negro por la contaminación química, lo que causó la muerte de peces y fauna silvestre.
Además, se descubrieron en las cercanías fosas no autorizadas de tierra contaminada con petróleo y productos químicos, así como contenedores de productos químicos con fugas, en violación de la ley de Texas.
La fuente era una planta de reciclaje falsa propiedad de Polston.
La fiscalía presentó una demanda de inmediato para detener la contaminación y lideró años de litigio que lograron una sentencia firme acordada que sancionaba a Polston y sus empresas por su extensa mala conducta ambiental.
Al saber la fiscalía que el propietario del sitio contaminado había recibido un pago por la eliminación de residuos en su propiedad, logró obtener una orden judicial que le exigía restaurar la propiedad contaminada.