McAllen, Texas.- A través de la SB2949, Texas busca cerrar los depósitos de combustible en los condados fronterizos de Texas, donde el riesgo de contrabando de huachicol y fraude es mayor.

El proyecto presentado por el legislador Juan “Chuy” Hinojosa establece fuertes sanciones civiles y penales; endurece los requisitos de licencia para los transportistas de combustible y mejora el seguimiento de las exportaciones de combustible, específicamente contra el transbordo indocumentado, el fraude y el transporte ilegal de combustible.

Al mejorar la supervisión estatal, se busca detener la evasión fiscal del combustible en origen y erradicar la infraestructura que sustenta el comercio ilegal de combustible, dice el Senador Hinojosa.

Y es que, explica, cuando la mayoría de los texanos piensan en la delincuencia fronteriza, se imaginan drogas o armas, pero no combustible.

Pero advierte que, en los últimos años, un tipo diferente de contrabando se ha extendido a través de la frontera entre Texas y México: el robo de combustible y la evasión fiscal mediante operaciones de transbordo, cada vez más vinculadas a los cárteles mexicanos y facilitadas por depósitos de combustible no regulados.

Durante las audiencias del comité para la discursion del proyecto, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) y la División de Investigación Criminal de la Contraloría testificaron que lo que comenzó como “esquemas aislados se ha convertido en un sistema coordinado para exportar combustible a México sin pagar impuestos”.

Conocido en México como huachicol, el mercado negro de combustible se refería antiguamente a los robos de los ductos de Pemex. Pero hoy ha surgido una nueva variante, el huachicol fiscal, en el que el combustible comprado libre de impuestos en Texas se introduce de contrabando en México, eludiendo los sistemas de impuestos al combustible tanto de Estados Unidos como de México.

Según el Departamento de Seguridad Pública (DPS) y la Contraloría, estas instalaciones de transbordo, conocidas como depósitos de combustible, que operan cerca de los puertos de entrada y, en su mayoría, conectadas por corredores designados para cargas con exceso de peso, son clave para las operaciones de contrabando.

“Camiones con cargas libres de impuestos de combustible para exportación se detienen en depósitos cercanos para transferir combustible de camiones estadounidenses a camiones cisterna mexicanos o descargarlo en tanques de almacenamiento en superficie para manipular el peso de la carga y evadir la regulación fiscal”, afirma.

El Senador explica que el combustible destinado a la exportación a menudo se mezcla, revende o contrabandea a través de la frontera utilizando documentos de envío falsos y transportistas sin licencia.

El resultado: millones en ingresos fiscales perdidos, mayores riesgos ambientales y una infraestructura de mercado negro que permite a los actores vinculados a los cárteles lucrarse a costa del estado.

Otro gran problema es que muchos de los trabajadores de estas instalaciones no están capacitados para el manejo de materiales peligrosos y utilizan bombas, mangueras y otros equipos que no son seguros para el manejo de combustible.

DPS y la Oficina del Contralor informaron que el uso de camiones de tres ejes con sobrepeso para transportar hasta 140,000 libras, muy por encima del límite estándar de 80,000 libras, es parte integral del plan para transportar el combustible a México.

Si bien algunos camiones operan en corredores permitidos para sobrepeso, como la ruta del Puerto de Harlingen al Puente Los Indios, muchos otros utilizan ilegalmente carreteras que no están designadas como rutas para sobrepeso según la ley estatal y que conducen al Puente Internacional Pharr, lo que plantea serios desafíos de seguridad y cumplimiento. Estas actividades ocurren en zonas residenciales, creando situaciones peligrosas para la comunidad.

Los informes de las autoridades muestran que estas operaciones violan sistemáticamente las leyes ambientales y de materiales peligrosos; los derrames se filtran al suelo y los gases se escapan a los vecindarios.

Algunos depósitos están ubicados a pocas cuadras de escuelas, casas y puentes internacionales, convirtiendo a las comunidades fronterizas en bases de operaciones para delitos relacionados con el combustible.

El 1 de mayo, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de EE. UU. emitió una advertencia sobre operaciones de contrabando de combustible dirigidas por cárteles mexicanos.

“Estos grupos se aprovechan de nuestra infraestructura fronteriza y de la debilidad de las regulaciones para introducir petróleo crudo robado en Estados Unidos, a menudo camuflado como cargamentos de aceite usado”, acusa.

“A través de socios estadounidenses que utilizan empresas fantasma que aparentan ser negocios legítimos en la industria de los combustibles, los cárteles pueden blanquear miles de millones de dólares en ganancias ilegales en todo el país, perjudicando a nuestras comunidades y nuestra economía”, agrega.

Como se sabe, en Abril, cuatro miembros de una familia de Utah fueron arrestadas en un caso de contrabando de petróleo crudo relacionado con una instalación de Río Hondo.

Esto se produjo tras meses de investigaciones por parte de agencias federales, el Departamento de Seguridad Pública (DPS) y la División de Investigación Criminal de la Contraloría sobre fraude fiscal, transbordo ilegal y operaciones de buques cisterna sin licencia en los condados de Cameron e Hidalgo.

Hinojosa indica que su propuesta -ya pasada en el Senado-, no crea nuevas lagunas legales ni confusión regulatoria. Se centra en la infraestructura no regulada, a la vez que protege las terminales, refinerías y exportadores legales registrados ante el IRS.

El proyecto responsabiliza tanto al operador como al proveedor autorizado por cualquier uso indebido del combustible exento de impuestos. Y brinda a las autoridades estatales y locales las herramientas que necesitan para cerrar depósitos de combustible peligrosos.

Hinojosa dice que tanto autoridad como gobierno pueden cerrar el paso al “Huachicol” por lo que los texanos deben estar atentos a las señales de este creciente tráfico:

*Camiones de combustible de tres ejes procedentes de México que utilizan carreteras locales no designadas para el tránsito de personas con sobrepeso.

*Tanques sobre el suelo en terrenos baldíos o cerca de puertos de entrada sin señalización visible ni barreras de seguridad.

*Frecuentes transferencias de combustible entre camiones mediante mangueras y surtidores portátiles sin la documentación adecuada.

“No podemos permitir que los delitos relacionados con el combustible vinculados a los cárteles se arraiguen en Texas”, indica.

Y sentencia: “Texas no tolerará las rutas de combustible del mercado negro, ni hacia el norte ni hacia el sur. Texas no puede comprometer su seguridad ni su comercio legal ante esta creciente amenaza”

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *