Brownsville, Texas.- Los hermanos Zachary Golden Jensen y Maxwell Sterlking Jensen, recibieron la lectura de cargos en la Corte Federal de Brownsville. El primero lograría salir con una fianza; al segundo no le concedieron ese beneficio.

Ambos son hijos de James y Kelly Ann Jensen. La familia está acusada de importar petróleo crudo mexicano declarándolo solo como “residuos de aceite”, de refinar el producto y regresarlo a México convertido en gasolina.

De acuerdo a documentos de la corte de Utah, -donde radica la familia- atrás de este escándalo, están organizaciones criminales mexicanas pues el “producto” final sería vendido a empresas relacionadas con el crimen organizado.

Zachary Jensen, se declaró no culpable del cargo de lavado de dinero y tendrá que arraigarse en su casa en Draper, Salt Lake Utah; portará un grillete en el pie y solo se le permitirá para salir a ciertos asuntos.

En tanto su hermano enfrenta cargos además de lavado de dinero, complicidad de contrabando de bienes y de importación con falsas declaraciones.

Los Jensen tienen una residencia en Las Bahamas. Documentos de la corte de Utah dicen que visitan el lugar cada dos meses, una de las razones por las cuales el juez de Brownsville no le concedió la fianza.

La semana pasada, agentes federales catearon el negocio familiar llamado Arroyo Terminals, ubicado en Río Hondo, Texas donde fueron aseguradas varios camiones uno de los cuales tendría placas mexicanas del estado de Tamaulipas.

Los esposos James y Kelly Ann Jensen fueron detenidos la semana pasada en Salt Lake, Utah donde poseen una enorme mansión valorada en más de nueve millones de dólares.

El gobierno americano dice que el combustible procesado en Texas y llevado a México era vendido a empresas mexicanas que tenían relación con el crimen organizado, recientemente catalogado por el gobierno de Donald Trump como “terroristas”.

Se estima que más de 47 millones de dólares pasaron de las empresas de Jensen a empresas mexicanas, de acuerdo a documentos del Tribunal de Distrito de Utah.

A la familia se le congelaron cuentas bancarias y bienes que suman los 300 millones de dólares.

Kelly Ann y James Jensen están libres bajo fianza pero deberán presentarse en la corte del Sureste de Texas a más tardar el ocho de mayo, según indicaciones de la Corte de Utah.

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